Los 70 años son pocos para lo mucho que hizo, pero suficientes para que vaya al lugar donde tiene que estar: la cárcel.

Aún recuerdo cuando en mi casa se hablaba del temido Comando Seis de la Policía Nacional, claro, todo era en voz baja, pues el temor era más fuerte que la propia voz de la gente que temía por su vida. Yo estaba muy pequeño pero entendía. Hoy más de 30 años después uno de los asesinos más cobardes que ha tenido Guatemala es condenado a 70 años de cárcel. Un homenaje a la victimas.

Marvin David Del Cid

El nombre de Pedro García Arredondo es sinónimo de muerte, represión y tortura en el país. Es un ejemplo de la guerra sucia que dejó miles de asesinados, desaparecidos, torturados y algunos marcados para toda su vida.

La justicia por fin le llega al ex jefe de la desaparecida Policía Nacional. Algunos dirán que es tarde pues García Arredondo ya está viejo y demacrado, para otros será una tranquilidad que por fin pague por muchos de los crímenes cometidos.

Para mí es un homenaje a las víctimas, seres queridos y amigos. Un homenaje que llega un poco tarde pero llega.

El ahora condenado ya había logrado burlar a la justicia en más de una ocasión, una de ellas por la quema de la embajada de España en 1980. La muerte también la había burlado muchas veces, ya que en los años 80 sufrió varios atentados, pero siempre salió con vida.

Pero esta vez, si le llegó su hora.

Sus abogados trataron de demostrar su inocencia con una serie de argucias que al final no tuvieron efecto.

Cuando el tribunal dicto sentencia estoy seguro que por la mente de García Arredondo pasaron las imágenes de la gente que torturo junto a sus esbirros. Seguro que recordó cuando le ponía la capucha de gamezán y se burlaban de sus víctimas.

Las cosas van cambiando en el país y fue sentenciado.

Un tribunal lo condenó ayer a 70 años de prisión por la desaparición forzada del estudiante universitario, Edgar Sáenz Calito. El Ministerio Público logró demostrar los hechos.

Faltan aún muchos casos de victimas del Comando Seis. Los 70 años son pocos para lo mucho que hizo, pero suficientes para que vaya al lugar donde tiene que estar: la cárcel.

La justicia aún no le llega a muchos otros asesinos que todavía andan libres.

Por fin uno los asesinos más cobardes que ha tenido Guatemala y América Latina pagará una parte de sus culpas.

Más al sur, pero el 5 julio pasado fue condenado a 50 años de cárcel el ex dictador argentino, Jorge Videla, otro que junto a sus compinches llenaron de luto y sangre a su país.

Ahora le tocó a un torturador de Guatemala. De a poco la justicia empieza a llegar y alcanzar a los asesinos.

A otro asesino Germán Chupina Barahona la muerte lo alcanzó primero, pero hoy uno de sus cómplices no corrió con suerte...