martes, 2 de octubre de 2012


La temida Policía Nacional Civil (PNC)

La PNC se convertido en una de las instituciones con menos credibilidad en el país. En sus filas los delincuentes uniformados de policías operan con alevosía.

Marvin David Del Cid/periodista

Alevosía es una palabra constantemente utilizadas en los Códigos Penales y texto de esa materia.

Que mejor palabra para referirse a los delincuentes que portan uniforme de la PNC y que representan al Estado en su lucha contra la delincuencia.

Alevosía: “Empleo de medios, modos o formas en la ejecución del hecho que tienden a asegurar el delito, sin riesgo para el autor de acciones que procedan de la defensa que pudiera hacer el sujeto pasivo o un tercero”.

Nosotros como ciudadanos nos hemos convertido en lo sujetos pasivos de muchos agentes de la PNC que a diario salen a delinquir a las calles, sin importarles incluso, quitarle la vida a las personas.

Ver una patrulla no es sinónimo de respeto sino de miedo, peor aún si es en un lugar con poca gente o desolado. Cualquiera de nosotros se siente presa del miedo, la intranquilidad y el temor a ser víctima de un asalto, extorsión, secuestro y hasta perder la vida.

No son mitos urbanos ni nada que se le parezca. Miles de guatemaltecos fueron y son víctimas de esos delincuentes, ya sea si los policías van a pie, carro o moto.

Las recientes capturas de miembros de la PNC por distintos delitos, no sólo confirman que los ciudadanos estamos desprotegidos, también la podredumbre que hay al interior de una fuerza de seguridad del Estado.

Los ciudadanos seguimos esperando las mencionadas reformas a la PNC. Esas reformas que han costado millones y millones, no sólo al erario nacional sino también a la comunidad internacional.
  
Seguimos esperando esa PNC que nos cuide de la delincuencia y podamos salir con libertad a la calle, pero para los guatemaltecos eso parece ser un sueño, primero hay que limpiar esa institución.

En los años 80 la temida Policía Nacional (PN), era un nido de de corrupción, al crearse la PNC se pensó que las cosas cambiarían, pero tristemente vamos retrocediendo en lugar de avanzar.

Un aplauso y reconocimiento a los buenos agente, porque hay muchos de ellos es esa institución. Esos buenos policías deben denunciar a los mafiosos para que enfrenten la justicia.

Mientras no exista una PNC en la que la gente confié, seguiremos escuchando la cantaleta trasnochada de siempre: “Que los militares salgan a las calles” y lo peor de todo que la sociedad se siga militarizando con la justificación del combate a la criminalidad. Claro, detrás de eso las mentes maquiavélicas no dejan de trabajar, las mafias en la policía fortalecen su discurso militarista.

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