viernes, 5 de octubre de 2012


Muerte en Totonicapán


La carretera al occidente del país se tiño de sangre. Campesinos asesinados y heridos es el resultado de política represiva impulsada por este Gobierno. El ministro de Gobernación, Mauricio López Bonilla y el de Defensa Ulises Anzueto deben ser separados de sus cargos, por lo menos en el tiempo que dura la investigación.

Marvin Del Cid/periodista

Mientras los guatemaltecos realizábamos nuestras actividades ayer, en la carretera Interamericana había una protesta de miles de personas en contra del incremento a la energía eléctrica, rechazo a la intención de reformar la Constitución y por la imposición del ministerio de educación al  nuevo pensum magisterial.

Las redes sociales se convirtieron en la mejor forma de informarse y a las pocas horas se sabía de decenas de heridos y varios fallecidos, todos por arma de fuego.

De inmediato el ministro de Gobernación, Mauricio López Bonilla dijo que ellos no habían disparado y que los agentes de la Policía Nacional (PNC) no iban armados. Lo mismo el titular de la Defensa, Ulises Anzueto, ambos hasta victimizaron a las fuerzas del Estado.

Los dos funcionarios salieron diciendo además que los militares eran de las reservas y que eran apoyo a la PNC. Ambos deben de leer la Constitución como mínimo…

Todos los heridos tenía heridas de armas de fuego en la extremidades inferiores ¿Qué casualidad verdad? Suena pesado, pero hasta un francotirador lo pudo haber ocasionado.

Al Ministerio Público (MP), le corresponde hacer una investigación científica de inmediato y establecer desde dónde se hicieron los disparos y qué calibre fue utilizado.

López Bonilla negó durante varias horas que las fuerzas de seguridad llevaran armas de fuego, pero su coartada duro poco, casi llegada la media noche de ayer empezó a circular una foto en las redes sociales en donde se observa a un soldado empuñando un fusil y apuntando en contra de los pobladores. Un día después el ministro sale con una declaración digna de cualquier guión de película: “Los soldados eran seguridad de las fuerzas antimotines”, vaya descaro.

El Procurador de los Derechos Humanos, Jorge de León Duque se quejó diciendo que las autoridades no lo habían dejado llegar al lugar; sin embargo, no se ha escuchado ninguna postura enérgica por parte de él y ojala no se convierta cómplice de los hechos (el silencio también lo es).

Las familias hoy entierran a sus muertos y la tristeza es muy fuerte en Totonicapán.

Otto Pérez Molina el presidente, debe tomar el control sobre sus ministros y exigirles explicaciones profundas o ¿acaso es más fuerte su compromiso político con ellos que la verdad de los hechos?

En anteriores gobiernos como el de Portillo, Berger y Colom casos de represión por parte del Estado quedaron en la impunidad.

Guatemala está de luto. Aquí no pueden permitir esas barbaries y los responsables de haber asesinado y herido deben ser procesados, porque de nada sirve tanto show sobre la paz y esas cosas,  si al final la represión y la violencia serán la política de Estado durante los próximos 3 años.

















No hay comentarios: