lunes, 1 de septiembre de 2014

Mienten y en forma descarada


La renuncia de Alejandro Sinibaldi como ministro de comunicaciones no sorprende a nadie, bueno al  presidente Otto Pérez Molina y a la vicepresidenta Roxana Baldetti a lo mejor. Dos años en campaña política y los tres funcionarios nos quieren ver la cara de pendejos.

Por Marvin Del Cid

Sinibaldi nunca dijo la verdad y pese a estar en campaña anticipada durante más de dos años siempre dijo lo mismo: que su salida del ministerio era una especulación y que era el comité ejecutivo de su partido el que decidiría si él sería el presidenciable oficialista.

En Guatemala los políticos no aprenden o nos quieren seguir viendo la cara de pendejos. Sinibaldi es uno de esos políticos jóvenes y que uno esperaría que fueran distintos, pero no. Tiene muchas  mañas de otros y en algunos casos hasta aumentadas.

El sistema político en el país se mueve entre mentiras, transes y favores. La teoría política hace muchos años se quedó atrás con los políticos guatemaltecos.

En las pasadas elecciones Sinibaldi no pudo llegar a la alcaldía, no pudo derrotar a Álvaro Arzú  uno de esos políticos que menciono en el párrafo tres. Sinibaldi entonces fue nombrado por el presidente Otto Pérez Molina como el ministro de Comunicaciones, llegó a un ministerio a manejar un presupuesto más de Q5 mil 500 millones (Unos US$650 millones) y por supuesto al lugar ideal para inaugurar obra gris, una de las más apetecidas por los políticos para promover su imagen.

Por supuesto, que Sinibaldi no desaprovecho la oportunidad de gastar a manos llenas y hacer campaña política con fondos públicos. Fue puesto en el lugar que quería al fin de cuentas los padrinos políticos y los “conectes” son lo más importante en Guatemala, por eso es que estamos como estamos.

Incluso, le puso su nombre a obras del Estado como si fueran sus negocios familiares.

Durante 2 años y medio el funcionario aprovecho cada gira, cada espacio y cada reunión para promoverse. Sus más cercanos colaboradores sus viceministros: Guillermo Sosa y Rubén Mejía siempre protegieron a su jefe y nunca fueron capaces de contradecirlo, al fin de cuentas fueron puestos para proteger los intereses del ministro, claro nada es gratis.

Los anteriores magistrados del Tribunal Supremo Electoral (TSE) no tuvieron valor para sancionar con fuerza al Partido Patriota (PP) ni a otras agrupaciones por la campaña anticipada. Al paso que vamos los nuevos magistrados se irán por el mismo camino, que triste de una institución de la que se espera mucho y no simples declaraciones para quedar bien ante la opinión pública.

El presidente Otto Pérez Molina al igual que sus antecesores ha usado su puesto para promover un partido y a un candidato lo cual es ilegal. De oficio el Ministerio Público (MP) tiene que iniciarle un proceso de investigación y promover un antejuicio.

Si aquí el MP y la Contraloría General de Cuentas cumplieran sus funciones Sinibaldi debe enfrentar cargos por el despilfarro para promover su figura y la de su partido. Pero son instituciones también tomadas por los grupos paralelos.

Sigamos viendo el show políticos de los grupitos de poder que nos tiene hundidos en la miseria, corrupción y malversación. A menos que tomemos medidas drásticas y de fondo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Sería bueno que todas las acusaciones estuvieras respaldadas por evidencias. No es que no esté de acuerdo con lo que escribes porque también pienso lo mismo pero creo que si vamos a escribir un artículo así tenemos que tener evidencias, fotos, cartas, papeles, etc. Silvia

marvin david del cid dijo...

Basta con ver los canales de televisión para ver la campaña anticipada de Sinibaldi, como el presidente los promueve y si tiene duda que le han puesto nombre de Sinibaldi a obras del Estado, revise la página de la municipalidad de Coatepeque.