Por Marvin Del Cid
La renuncia del diputado César Emilio Fajardo fue
exigida por el Comité Ejecutivo de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE),
luego que el Ministerio Público (MP) solicitó proceso de antejuicio en contra
del congresista por el caso Plazas Fantasma en el Congreso de la República.
Por muy extraño que parezca la salida de Fajardo no
ha estado marcada por mucho ruido y el congresista se va del partido sin
levantar tantas olas.
Fajardo no es un simple diputado dentro de la
UNE. No solo por lo que ha representado políticamente, sino también porque en
el año 2002 casó a Álvaro Colom y Sandra Torres.
Además ha sido uno de los financistas de la UNE en
varios procesos electorales y también es su tercera legislatura en
representación de ese partido.
En 2011 su papel cambió y fue uno de los
principales asesores para que se consumara el divorcio de Torres y Colom, para
que ella pudiera ser candidata presidencial; sin embargo, el
Tribunal Supremo Electoral (TSE) le negó la inscripción.
El paso de Fajardo por esa agrupación ha estado
llena de polémicas, incluso, votó en contra de la creación de la Comisión
Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG).
Fajardo fue acusado en 2007 de haber
planificado poner una bomba frente a la casa de José Carlos Marroquín, antiguo
ex dirigente de la UNE. Aunque nunca se le probó nada.
No es la primera vez que el congresista dimite de
esa agrupación. En julio de 2007, unas semanas antes de las elecciones
general también lo hizo. Un mes después acusó a Colom, Torres y a la hermana de
Sandra, Gloria Torres Casanova, de querer asesinarlo con el apoyo de un grupo de
militares.
"Se pretende asesinarme en
virtud de todo lo que me consta ha sucedido y sucede en el seno del partido
político UNE, así como alrededor de la figura del candidato presidencial Álvaro
Colom Caballeros, de su esposa y cuñada, Sandra Torres de Colom y Gloria Torres
Casanova respectivamente; para que con mi muerte se silencie cualquier intento
por destapar la olla de grillos y que se abran de par en par los clóset de esas
personas que están llenos de porquería, estafas, enriquecimiento ilícito,
lavado de dinero, cadáveres y, sobre todo, impunidad", dijo mediante una
declaración pública de fecha 23 de agosto de 2007.
Pero el divorcio con la UNE fue
fugaz y al poco tiempo de nuevo regresó, pero como pasa en Guatemala, nada
importa más en un partido que los intereses de grupo y de ciertos integrantes.
En 2015 fue primer secretario de
la Junta Directiva del Congreso y que hoy lo tienen en el ojo del huracán por
el tema de plazas fantasma. Ese mismo año logró su reelección en el Listado
Nacional.
Desde hace muchos meses ha
mantenido enfrentamientos con el diputado, Mario Taracena, ambos se critican
constantemente e integrantes del partido aseguran que las acusaciones entre
ambos era seguidas.
Incluso, el 11 de marzo pasado
Taracena publicó en su cuenta de Twitter: "Con Fajardo me
equivoqué, no son 34 plazas, son 39 y aunque se enoje y se amargue le vamos a
quitar la oficina de $2,800. Fin a privilegios".
Un día antes,
Fajardo había tratado de "estúpido" en el pleno a Taracena, porque no le quiso
dar la palabra.
Ambos fueron fiscales de la UNE
ante el TSE en las elecciones pasadas, aunque nunca tuvieron una buena
convivencia.
Así ha sido el paso de Fajardo por la UNE, una
relación de amor y odio, una relación de amenazas y agresiones, una relación
por supuesto en donde el interés política ha sido más fuerte que cualquier otra
cosa.
Hoy algunos dirigentes de la UNE quieren dar aires
de pureza y enterrar todo su pasado, pues son también cómplices
de los desmanes de Fajardo en el Congreso. No hay que perder de vista que algunos hicieron lo mismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario